domingo, 7 de diciembre de 2025

Quisiera crear un Jardín ( y verlo crecer) V.todolí

 Análisis rápidos y certeros en torno al arte.

Jardineros que entonces se llamaban  lligadors d´horts y eran horticultores maestros en plantar, injertar y ligar naranjos y mirtos, sobre todo, y en diseñar jardines. Porque huerto y jardín eran una y la misma cosa desde la adpción de la práctica árabe. 

Estímulaod por los Médici y de los humanistas neoplatónicos del Renacimiento, incorporó el valor del coleccionismo a la botánica.

El arte más importante que la ninfa me enseñó es el de plantar árboles.
Ese es el arte supremo, el que engloba todas las otras partes y que,
al mismo tiempo, es menos que las otras artes,
Porque las obras que produce son efímeras.


Me comparaba con hermes, mensajero de los dioses que con sus sandalias aladas solo tocaba tierra para tomar impulso. Lo decía porque, cuando volvía unos días a Palmera. Necesito tocar tierra para no perderme en la ficción. 

Serralves en Oporto, la época más feliz , un oasis permanente.

De hecho, la razón por la que me embarqué en un proyecto para crear un amplio huerto de cítricos fue, precisamente, detener un plan urbanístico.

En 2022, enla Valle de la Gallinera, un incendio brutal.  Quema de olivos. 

...
También está  el principio del placer: alguién que compra una tierrra abandonada para convertirla en su propio jardón. 

Tampoco puedes ser esclavo de los recuerdos, pero si hubiera desaparecido el paisaje de mi infancia habría sido un drama: una parte de mi se habría ido. 

Aquí todo es biológico, pero *ista* no soy nada. Todo lo que termine en -ista es reductivo. 
Tengo mis ideas, peor no soy cautivo de ellas, porque en ese caso no podría pensar.  
No sabía nada de la historia y la tradición de la citricultura. Primero empecé a plantar y luego me puse a investigar.  Al contrario de lo que se debe hacer con una colección de arte. 


la obra de arte en un tiempo se llamo opera, y se incluida la horticultura y su máximo exponenete , el jardín de los cítricos. 

Planteristes Todolí, especialistas agrícolas que cultivan plantones.

Me gusta definir este huerto. como un museo, como un jardín museo donde concurren un recorrido y una experiencia multisensoriales. Está pensado como una visita que llama a todos tus sentidos y te impone un  ritmo. Es un museo vivo, en el que no hace falta renovar periódicamente la presentación de la colección porque esta cmbia a cada momento. 

Hay  treinta y un pueblos, y si dos se unen es una tragedia, porque se destruye el anillo verde que los sepraba. 

Los partidarios de ese urbanismo depredador me decían que con su tierra hacían lo que qerían, y no: heredas la tierra, no un solar, que es tierra obliterada, aniquilada; por tanto, tienes la obligación de transmitirla como tierra viva a las siguientes generaciones. Cada generación debe utilizar lo mínimo posible para que las que vengan después puedan tomar sus propias decisiones. 

Progreso no es solo dinero. La idea del progreso lineal es monoteísta. Ese pensamiento te puede llevar a despreciar la tierra y la vida.

Hay momentos en los que para ser sostenible no puedes crecer. 

(No localizo donde me quedé tomando notas.)
Empiezo por el capitulo 12. El curator.
Lo primero investigación, con una propuesta de exposición nunca hecha.
Tapies. Lo que él se había guardado para sí.


Si no hay otro, si solo estás tú es muy aburrido. Se lo digo a los artistas, que no les aporta nada jugar al frontón, que eso es un monólogo, un ejercicio de onanismo.

Yo escribo con mis exposiciones y con las colecciones que construyo. Esa es mi escritura.

Porque el mensaje es la parte superficial del discurso. En arte no hay mensaje, hay discurso. 

Soy un lector. Reader. Leo situaciones.
 Pero no solo en arte. A nivel general, En la vida. Me considero un lector analista.

Cuando llueve, no voy al campo, sino que dedico el día a investigar (cítricos.)

Saber leer es saber ver. Saber ver dónde. Un buen lector es aquel que lee donde otros no leen.

El arte es una inutilidad imprescindible .

El arte ha sido mi único trabajo, pero con la libertad como máxima.  Si al principio  tratan de coartar tu libertad pero reaccionas con convicción, te respetan.  Si aceptas y te sometes, estás perdido.
Tampoco soy un fanático del arte ni creo que el trabajo sea necesario para realizarse en la vida. A pesar de lo cual llevo trabajando en instituciones culturales desde 1985. Bastante tiempo.
Por eso quizá pareció que la Tate Modern de Londres era una meta y ya podía poner punto final a ese periplo profesional. Siempre he pensado que lo que en realidad más me gusta es estar tranquilo.

Ahora vivo rodeado de silencio. El ruido no me interesa, quiero silencio. 

Yo lo que siempre me planteo es si tengo algo nuevo que decir. Porque, si no es así, lo mejor es callarse.

y a menudo ocurre, cuanto más grandilocuentes son las palabras con las que se expresa, peor es el arte.
Como vino a decir Willem de Kooning, la mayor parte del gran arte está hecho de teorías bastante estúpidas. Imaginémonos el cubismo. que consiste en ver la cara de algunos de perfil y de frente al mismo tiempo. ¿ No es estúpido ? Y, al contrario, la mayor parte del arte mediocre o malo está hecho de grandilocuencia y de ideas rimbombantes. O sea, tener la idea no equivale a inflarse de retórica, es lo contrario. 

El sector institucional debe cubrir aquello que el comercial ignora o desprecia.
El artista más popular es aquel que hace muchas exposiciones, pero hace muchas exposiciones porque es popular y atrae más gente, con lo que se vuelve todavía más popular. Es un bucle absurdo, de donde es imposible salir. Y al final se terminan creando falsos mitos: gente que anivel profesional no es respetada, pero a nivel popular sí.

La gente cada vez habla más de oídas. Vive limitándose así misma.

Les diría que solo un estúpido confunde valor con precio. 

Me gusta que mi interlocutor esté en el mismo plano que yo,  y en la red digital no lo está. Que alguien sepa lo que yo estoy haciendo, pero yo no sepa quién es, me resulta inconcebible . Entiendo que las redes sociales pueden servir para muchas cosas, pero prefiero la comunicación cara a cara. Uso el correo electrónico, en todo caso, sino tengo más remedio. Intento evitar, incluso, el teléfono. Me importa ver cómo se expresa la otra persona, cómo mueve los ojos, que presencia física tiene. 

El quería ser un genio, no un virtuoso, porque el virtuosismo a menudo esconde una falta de concepto, una carencia de profundidad en la obra. El virtuosismo suele ser superficial, exhibicionista, amante de los fuegos artificiale

Cuando le pregunté al edificio del Hangar ¿Qué quieres ser?
Con los espacios, pretendo reinventar. 
Sin investigación no tiene sentido difundir el arte y la cultura. 

Nos arriesgamos a morir de éxito, porque creemos que el éxito está en los números, y nos es así. Morid de éxito significa centrarte en los buenos números, porque te quedas vacío y ya no eres quién deberías ser.





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