lunes, 14 de octubre de 2013

He tenido problemas personales con el ángulo recto. Cuando, hace muchos años, supe de la existencia del gnomon de los griegos, el ángulo del hombre con su sombra, el ángulo de la vida con la horizontal, intuí que este ángulo no podía ser uno sólo sino varios, próximos a los 90 grados. El diálogo de estos ángulos entre sí es de una riqueza muy superior al diálogo entre los ángulos rectos ( el trata...do del cubo de Juan Herrera )

Siempre he admirado a Juan Herrera, pero en estos últimos años mi admiración fue a más.

El ángulo recto me ha llegado a parecer el más hermoso que hay entre todos los ángulos, pero es algo intolerante, no admite diálogo nada más que con sus iguales. Ante este poder del ángulo recto, pienso que hay ángulos a su alrededor, desde los 88 hasta los 93 grados, que son casi tan poderosos y al mismo tiempo son más dialogantes, dialogan entre ellos.

¿ Qué se oculta tras lo que pudiéramos llamar repetición de elementos que, sin ser indénticos, dada su proximidad y por desarrollarse entre límites precisos y cercanos, llegan a parecerlo?

¿ Quién puede afirmar que el gnomon del ángulo del hombre con su sombra es de 90 grados? ¿ No serán estos 90 grados una simplificación de algo muy serio y muy vivo, nuestra verticalidad?

Creo que la virtud está cerca del ángulo recto, pero no en él.

Eduardo Chillida. Escritos.

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