lunes, 23 de diciembre de 2013

¨Recuerdo que cuando me senté para emprender la tarea, mis ideas en cuanto a su desarrollo era sumamente vagas. La única noción clara que tenía en mi cabeza era la de una mujer inmortal inspirada por un amor inmortal. Todo el resto fue formándose en torno a esta figura. Y vino, vino con mayor rapidez de lo que mi pobre mano dolorida podía trascribirlo.¨


Pero quizás deba añadir lo siguiente, que podría deparar una sorpresa para los amantes de esta extraordinaria narración:

Recuerdo perfectamente haber llevado el manuscrito terminado a la oficina de mi agente literario, el Sr. A. P. Watt, para dejárselo en la mesa con esta observación: ¨Por esto he de ser recordado.¨ Pues bien, recuerdo haber ido también a la oficina del señor Watt, que estaba entonces en 2 Paternoster Square, pero habia salido. Como el asunto era urgente y no queria regresar, tome asiento junto a una mesa, pedí papel y en la hora o dos que tuve que esperar escribí la escena de la destrucción de Ella en el Fuego de la Vida, Esto un poco antes, por supuesto- quizás contados días- de entregar el manuscrito.


Veinte años después señala Haggard- ¨el tiempo que yo siempre habira querido que transcurriera¨_, escribió la secuela de Ayesha, o The Return of She ( El regreso de Ella ).
En cuanto al título, Ella, tan evocativo, tan absolutamente inolvidable, he aquí su origen, en sus propias palabras: ¨Ella, si no recuerdo mal, fue tomado de una muñeca de trapo que tenía ese nombre y que una niñera de Bradenham solía sacar de algún oscuro recoveco para asustar a mishermanos y hermanas, que estaban a su cuidado.¨

¿Podría haber algo más desilusionante o más inesperado al mismo tiempo que estos hechos crudos y desnudos? Creo que en los trabajos imaginativos esta clase de hechos es clásica.

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