jueves, 4 de abril de 2013

pag 410 Anaïs Nin

¨ El yo en mi obra es meramente un instrumento de penetración, el centro de la conciencia y de la experiencia, pero también es como el yo en la obra de Proust, un espejo para muchas otras personalidades; es la esencia de la que emanan toda clase de relaciones con otros, estudios de estas relaciones o de sus fracasos. Hay una constante y orgánica preocupación por el desarrollo y el crecimiento. Con este yo, con este ego como lo denominas tú, he contribuido a que la mujer se conozca a sí misma. Lograr que otros conozcan profundamente a unos cuantos seres humanos es más importante que el hecho de escribir sobre cientos de ellos de manera superficial y borrosa con que se escriben tantas novelas hoy en día.
Lo que es importante en mi obra no es el yo, sino poder ver la fuerza de esta conciencia, lo que abarca en su búsqueda de la verdad, las nuevas conciencias que despierta, lo que penetra y descubre. Las deformidades de nuestro mundo presente no están causadas por la autoabsorción, sino por la carencia del yo, la carencia de una posición central. El individualismo integrado que debería estar en la esencia, ser la estructura de la personalidad, porque es la carencia del conocimiento del yo, de comprender el yo que proyectamos sobre el mundo exterior¨.

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