¨Comprendí claramente el poder de este tipo de analistas: esa perspicacia para adivinar las situaciones, esa agudeza para desarrollar todo material de nuestra discusión dentro de la más coherente de las síntesis, ha producido en mí nada menos que una brillante, artística cura. Quiero
decir que, a causa de mi larga preparación, mi receptividad, mi sed, y gracias al rápido contacto
con la esencia misma del hombre, he logrado salir ¨curado¨, tan curado como uno puede estarlo. Curado. ¿De qué? Deploro, casi, el uso de esta palabra. Claro que no he ido como un hombre enfermo a esa consulta y que no me he curado en el sentido en que se emplea normalmente esa palabra, incluso en el lenguaje de los psicólogos. Me he curado de ciertas terribles timideces, que sólo discutimos durante unos pocos minutos antes de mi visita. Lo que yo necesitaba era el más grande de los desafíos, la prueba del ácido; y lo he conseguido. Y alli donde Ranks se siente seguro, después de treinta años de lucha, estudio, investigación, búsqueda, etc, etc, también me siento yo, igualmente firme, hasta te aseguro que más firme aún, a pesar de mi poco temperamento, de todos los conflictos y tinieblas de mi alma: la sensación de triunfo estriba en el sentimiento global de la situación; no ha habido un duelo en el que fuese necesario vencedor,más las fuerzas de cada uno. Y, si me está permitido seguir con esta metáfora, diré que mi muñeca ha sido la más fuerte, la más certera y que mi puntería era muy segura: una puntería mortífera. Sí, esto es una dramatización, pero estodo lo que me veo capaz de hacer de momento: dramatizar, poetizar el hecho. Quizña haya exagerado al decirte por teléfono, que Rank empleó la palabra ¨asombroso¨. Quizá no sea más mi propia visión del asunto; sin embargo, ha sucedido así, aunqué él no haya utilizado esa ppalabra; yo la vi brillar en sus ojos, la vi, revelada con toda claridad, en sus fugaces azoramientos. Puedes leer en todo esto lo que quiera d emi ego, sacar las conclusiones necesarias. Con todo, prevalece el hecho de mi conquista y también es un hecho- y no el menos importante- el que yo considere que esa conquista es uan victoria sobr emi yo, mi romántico yo, si lo prefieres¨ pag142.