miércoles, 20 de julio de 2022

Reclaim the Streets! Protestas globales y espacio local Marion Hamm Traducción castellana de Marcelo Expósito a partir de la versión inglesa de Aileen Derieg [NdT.]

 https://transversal.at/transversal/0902/hamm/es

 

A principios de los noventa, comenzó en Gran Bretaña la implementación de un programa extensivo de construcción de carreteras, lo que condujo a una serie de campamentos de protesta en paisajes remotos, cuyas formas de acción resultaban a veces extrañas para quienes no participaban de ellos: alguien aparecía, montaba una casa en un árbol y entonces reclamaba "derechos de residencia"; había gente que cavaba túneles bajo los lugares donde se estaba construyendo, se encadenaban a bloques de cemento y esperaban a que vinieran a desalojarlos[1]. En el mejor de los casos, estos campamentos lograban retrasar la construcción de la carretera, y su éxito solía medirse en términos de daño económico (el coste del desalojo, de la maquinaria dañada o del material de construcción "liberado"). Pero lo que quizá haya permanecido realmente es su impacto como campo de experimentación para formas de vida y de actuar juntos en solidaridad fuera de la "carrera de ratas", la persecución constante del dinero que se necesita para sobrevivir en la ciudad. Con la okupación creativa del espacio en el que habría de construirse la carretera de acceso a la autopista M11...

Se instalaron objetos artísticos que se transformaban en barricadas cuando era necesario. Sofás, sillas y otros varios objetos que se encontraban en las salas de estar de las viviendas se trasladaron del espacio privado interior a la esfera pública de la calle.

 Transformando la protesta contra la destrucción medioambiental en una protesta contra "el coche" como símbolo del disciplinamiento capitalista de la vida urbana, y lo hizo conectando con la experiencia cotidiana londinense. 

 La economía de Londres depende de que la gente acepte tener que conducir durante horas para llegar a su lugar de trabajo, y con ello las limitaciones masivas a su calidad de vida[3]. La velocidad media del tráfico es aproximadamente la misma que a finales del siglo XIX, la famosa "hora punta" sucede todo el tiempo, y el transporte público local 

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Lo que se afirma en el excelente libro DiY Culture sobre los ambientalistas radicales de Earth First! sirve también para Reclaim the Streets: los activistas contra las carreteras se convertían en activistas contra los aeropuertos que se convertían en okupas urbanos Esta Tierra es Nuestra que se convertían en raveros que se convertían en activistas de Earth First! "y así hasta el infinito, cada cual cambia de identidad mediante su presencia en tal campaña o manifestación concreta.

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