lunes, 29 de abril de 2013

EL ESPACIO EN LA PINTURA. HACIA 1954
MARK ROTHKO

Se me ocurre que,  a la hora de analizar el espacio, sería provechoso utilizar sinónimos que fueran más ricos en atributos subjetivos, como por ejemplo el término profundidad, ya que la experiencia de la profundidad es una experiencia de penetración en los estratos cada vez más internos de las cosas. De nuevo, y en relación con estos aspectos subjetivos, cuando queremos expresar de un modo concreto, por ejemplo, la imagen de la intensidad del  sentimiento, hablamos de profundidad de la emoción, y cuando hablamos de acceso al conocimiento hablamos de un desvelamiento. expresión esta última que implica un despojarse de todos los velos, un elevarse de las profndidades hacia el conocimiento directo, o de un corrimiento de los velos que oscurecen lo que está tras ellos. Para mí, todas éstas son maneras de expresar nuestra dependencia de la sensación de cercanía o lejanía de las cosas,  a la hora de establecer cualquier relación real. Yo diría, pues, que mis cuadros tienen espacio si con ello entendemos el deseo de un contacto directo, de un desvelamiento, de una experiencia de la superficie. Existe espacio en la expresión de hacer claro lo oscuro o, metafísicamente, de hacer cercano lo remoto con el fin de atraerlo hacia el orden de mi entendimiento humano e íntimo.
Lo que siempre me ha atraído en una pintura ha sido la claridad con que consigue esto, independientemente del periodo o del tema. Aquí está, dice el pintor, aquello de lo que se compone mi mundo: una cantidad de cielo, una cantidad de tierra y una cantidad de movimiento. Y lo dispone sobre la tabla para que yo lo observe a esa misma distancia, para mi entendimiento vea, sin mediación alguna, los deseos, los miedos y las aspiraciones de un espíritu en movimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

INTERESADOS

CONTENIDO