El nivel del diálogo lo decide el menos inteligente de los dos. El tonto no puede ser inteligente; el inteligente, el algún momento, puede ser tonto. Sepamos con quién hay que dialogar.
Los demás son parte de uno mismo. Nadie es sino con los demás
Uno sobrevive sólo en el recuerdo de los demás. Cuando éstos desaparecen, uno ha desaparecido también. No hay inmortalidad: hay memoria.
Tratar de seguir vivo, es decir, de estar en la vida; no sólo vivir.
competir con uno mismo exige saber quién se es y luego, ser más d elo que se era.
LA emoción es un instrumento, como la mano, como el pie, como el habla, y pueden ser usados inteligentemente o no.
Leer no es un diálogo con el autor o con los personajes. Es un diálogo con uno mismo. Es una operación-una actuación- íntima. Por eso, el lector responde con intemperancia cuando se le interrumpe en su elaboración del texto, la suya, no la del autor.
No hacer nada que nos haga perdernos el respeto a nosotros mismo,porque entonces nos colocamos en el riesgo d eresbalar, como en un tobogán, por el camino de la abyeccion
Hay que escribir respetando al presunto lector: y la mejor forma de respetarlo es considerarlo de antemano inteligente.
No es mesurable el narcisismo de los seres humanos. Es presumible que sea igual en todos, partamos de esa tesis. La diferencia está en su mayor, menor o nulo control.
Se necesita del otro, es decir de lo público y lo privado. No se peude vvir sólo en la intimiadad, porque el empobrecimiento equivale a la demencia.
Lo grandes escritores nos enseñan a leer el mundo
Escribir: no querer morir.
En arte esta prohibido repetir.
Seguimos vivos en la memoria de lso demás. Si éstos la pierden, dejamos de vivir.
El uso de la razón produce gozo... Un gozo, a su vez, razonable.
Escribir compromete
El arte es vía de conocimiento y debe llevarnos más allá del presente, auqne en rpincipio no se sepa donde.
Si no quieres dejar huella, no escribas, escribir deja, cuanto menos rastro.
El gran logro: interpretación del rostro.
con la cara se nace; el rostro se hace.
Ante la discusión: lo primero, ¿ tiene sentido o no lo tiene?; y lo segundo, ¿ es nuestro interlocutor un discutidor que emrezca la pena? Si no se dan estas dos condiciones hay una tercera cosas que hacer no discutir.
Uno es quien es, no lo que es, lo primero es lo que importa lo definitivo; lo segundo, accidental y precedero. Intervenir el valor de ambos es, además de un error, un riesgo.
Leer: una tarea muy varia, según que libros, según qué edad.
Mi ciudad - mi tierra- esmi memoria. por eso, sin proponérmelo, la amo como a mí mismo.
EL otro es un enigma para mí. Yo, para el otro. O se renuncia a descifrarlo o se entra en la desconfianza.
El duelo por la pérdida de un objeto querido dura lo que tenga que durar; nunca_eshipocresía- lo que debe durar. No confundir la pena con el luto.
Escribir es comunicarme a distancia: Por eso nos molesta que otra persona nos mire mientras escribimos.
AL nacer se pregunta: ¿ qué es, niño o niña?. El quién se adquiere más tarde (primero hay que ponerle nombre).
Lo más extraño de una cosa es su nombre.
ser actal, pero no ser moderno.
----------------------------
Son un poco cursiladas
No es mesurable el narcisismo de los seres humanos. Es presumible que sea igual en todos, partamos de esa tesis. La diferencia está en su mayor, menor o nulo control.
Se necesita del otro, es decir de lo público y lo privado. No se peude vvir sólo en la intimiadad, porque el empobrecimiento equivale a la demencia.
Lo grandes escritores nos enseñan a leer el mundo
Escribir: no querer morir.
En arte esta prohibido repetir.
Seguimos vivos en la memoria de lso demás. Si éstos la pierden, dejamos de vivir.
El uso de la razón produce gozo... Un gozo, a su vez, razonable.
Escribir compromete
El arte es vía de conocimiento y debe llevarnos más allá del presente, auqne en rpincipio no se sepa donde.
Si no quieres dejar huella, no escribas, escribir deja, cuanto menos rastro.
El gran logro: interpretación del rostro.
con la cara se nace; el rostro se hace.
Ante la discusión: lo primero, ¿ tiene sentido o no lo tiene?; y lo segundo, ¿ es nuestro interlocutor un discutidor que emrezca la pena? Si no se dan estas dos condiciones hay una tercera cosas que hacer no discutir.
Uno es quien es, no lo que es, lo primero es lo que importa lo definitivo; lo segundo, accidental y precedero. Intervenir el valor de ambos es, además de un error, un riesgo.
Leer: una tarea muy varia, según que libros, según qué edad.
Mi ciudad - mi tierra- esmi memoria. por eso, sin proponérmelo, la amo como a mí mismo.
EL otro es un enigma para mí. Yo, para el otro. O se renuncia a descifrarlo o se entra en la desconfianza.
El duelo por la pérdida de un objeto querido dura lo que tenga que durar; nunca_eshipocresía- lo que debe durar. No confundir la pena con el luto.
Escribir es comunicarme a distancia: Por eso nos molesta que otra persona nos mire mientras escribimos.
AL nacer se pregunta: ¿ qué es, niño o niña?. El quién se adquiere más tarde (primero hay que ponerle nombre).
Lo más extraño de una cosa es su nombre.
ser actal, pero no ser moderno.
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Son un poco cursiladas
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