

Buscher rechazaba los cuentos infantiles por ser ¨una carga innecesaria para los pequeños cerebros¨. Ella queria producir juguetes claros que fueran ¨claros, no desconcertantes¨y, proporciones armónicas en lo posible. A los colores básicos añadia el blanco¨para realzar la alegría del color y el contento del niño¨.
Estimular la creatividad infantil, abandonando la pasividad y el estatismo.
Se pretendia estimular la fantasía del niño a trvés de objetos juguete que él mismo pudiera componer y descomponer, explorando las posibilidades infinitas de la combinación de piezas, el material preferido era la madera, por su calidez seguridad.
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