Torre Naranja, 2021. Valencia.
La Torre Naranja, es una antigua torre eléctrica metálica de
la que solo permanece su estructura exterior, su interior está vacío, tras el
paso de chatarreros.
Está situada junto a una carretera, rodeada de campos de naranjos,
secaderos de chufa, plantaciones de palmeras y masías abandonadas.
Proveía de electricidad a una granja porcina. Hoy, en
ruinas.
Sobre ellas agujereé 3 frases, relacionadas con el entorno y
consigo misma:
·
Cobijo del temporero.
Hace referencia a una de las casas
abandonadas más próxima, la cual estaba ocupada por gente que trabajaba el
campo de manera puntual.
Su discreción me hizo pensar en las
precarias condiciones en las que viven y trabajan. Intentaban no ser vistos.
·
Puertas arañadas.
Entre las ruinas de la granja
porcina, encontré las puertas donde encerraban a los cerdos, totalmente
arañadas, en sus intentos por escaparse de allí. Aquellas puertas me trasladaron a una
situación de gritos, angustia y malestar.
·
Naranja mancha mis dedos.
Alude a la pintura que desprende la torre.
Después de estar tanto tiempo expuesta al sol, la pintura se convierte en
polvo, en pigmento, manchando mis manos al tocarla.
He generado una serie de dibujos, frotando
los papeles contra la torre, después de esta
observación.
La orientación de la torre y las partes intervenidas hacen
que el movimiento de la tierra respecto al sol proyecten las palabras en el interior,
durante el atardecer.
La torre intervenida
funciona como un elemento que dialoga con el contexto que le rodea.